¿Cómo se retrasa el perno de arado de la cabeza de la cabeza cuadrada de zinc de grado 12.9 el cuello cuadrado?
Formación de recubrimiento de zinc: durante el proceso de enchapado de zinc, una capa de zinc se electrocla en la superficie del perno. Esto forma un recubrimiento protector que actúa como una barrera física entre el metal subyacente (como el acero en el perno) y los factores externos que contribuyen al óxido.
Protección galvánica (ánodo de sacrificio): el zinc es un metal anódico de sacrificio. Cuando los pernos chapados en zinc están expuestos a entornos corrosivos, el zinc tiende a corroerse preferentemente sobre el metal base del perno. Este proceso de corrosión de sacrificio protege el metal base de la oxidación al desviar el ataque corrosivo al recubrimiento de zinc.
Aislamiento del oxígeno y la humedad: el recubrimiento de zinc aísla el metal base del contacto directo con oxígeno y humedad, dos elementos clave necesarios para el proceso de oxidación. Al formar una barrera, el zinc ayuda a prevenir el inicio de las reacciones de corrosión en la superficie del acero.
Retraso de la formación de óxido: incluso si el recubrimiento de zinc se daña o se rasca, la protección de sacrificio continúa retrasando el proceso de oxidación. El zinc se corroe sacrificando, sacrificándose para proteger el acero subyacente y ralentizar el inicio de la óxido.
Corrosión uniforme: el enchapado de zinc a menudo resulta en un proceso de corrosión más uniforme y controlado en comparación con la oxidación localizada que puede ocurrir en el acero no tratado. Esto contribuye a una degradación más predecible y gradual de la capa de zinc con el tiempo.
Aumento de la vida útil: el proceso de oxidación retrasado proporcionado por el enchapado de zinc aumenta significativamente la vida útil de los pernos de arado de cuello cuadrados de la cabeza de la cabeza del Grado 12.9. Esto es particularmente beneficioso en las aplicaciones expuestas a entornos al aire libre o corrosivos.
Resistencia a la corrosión en condiciones duras: el enchapado de zinc mejora la resistencia a la corrosión de los pernos, lo que los hace adecuados para su uso en condiciones duras donde la exposición a la humedad, las sales o los productos químicos podría conducir a una rápida oxidación del acero no tratado.
Protección estética y de superficie: además de proporcionar resistencia a la corrosión, el enchapado de zinc contribuye a la apariencia estética de los pernos. El acabado superficial brillante y liso mejora la apariencia general mientras se sirve como una capa protectora.
Si bien el enchapado de zinc es efectivo para retrasar el óxido, no es una solución permanente. Con el tiempo, especialmente en entornos altamente corrosivos, el recubrimiento de zinc puede degradarse, y la oxidación del acero subyacente puede ocurrir.